jueves, septiembre 21, 2006

Pues parece que va a llover

Bueno, ya estamos aqui. El viaje fue muy cansado, porque dormi poco y me pase 6 horas en el avion y tal, qué os voy a decir, ya sabéis cómo van estas cosas. De hecho tengo unas horribleees agujetas en todo el cuerpo de arrastrar las maletas. Aviso a los seniores de la estación de tren de Helsinki: ehm... eso de que no haya rampita en la entrada lateral de la estación... malo malo eh?
Bueno pues mi primo me estuvo haciendo companía mientras esperaba el tren, me invitó a una homspruf (o como se escriba esa cerveza), me habló para no variar de lo maravillosa que es la vida con linux y corrió conmigo cuando no pillaba el tren; qué justita... subir y arrancar, cómo mola la puntualidad finesa ;)

Y nada, ya llegué a mi destino, matada pero sin poder dormir. Asomándome por el balcón, y veo Diva, veo el queridísimo balcón que hay en el ático de los cines con su pequenio balancín... Y después de la pesadilla que he tenido hoy (llevaba semanas sin soniar con el tema) pues tengo miedo. Miedo de salir ahora al centro y ver que sí, que todo/todos han cambiado, aunque yo por dentro me haya empeniado en que no.

Me espera un día larguísimo (ya sabéis: banco, recoger la llave del piso...) Iré a ver a Anne (la chica de relaciones internacionales para preguntarle unas cositas y para saludarla, que me hace ilusión, y luego a comer donde siempre...

Desearme buena suerte (pero más que suerte necesito ánimo)

PD. Hagamos apuestas; quien se quede más cerca del sobrepeso que tengo en las maletas, le compro una cervecita aquí.

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