Todo por un móvil
Desde que recibí mi móvil, la vida apesta. Yo, que estaba tan agustito sin tener que preocuparme por nada... y ya, en el mismo momento que paso los contactos de una tarjeta a otra, veo el número de Siperono y un escalofrío que me recorre desde el dedo gordo del pie a la cabeza... en fin, cosas de la vida. Y no es que le haya dado mucho a pensar y esas cosas, pero sí que alguna vez mi angelito y el diablillo, se sientan en mis hombros y se ponen a charlar:
Angelito: "Va, sólo un sms... así Siperono tendrá tu número y ya te quedas tranquila. Y si te dice de quedar, os veis y ya está, no pasa nada"
Diablillo: "Pero de qué vas, so locaaa?? ni se te ocurra! dijo que te mandaría un mail cuando encontrase su viejo móvil para dártelo, fijo que ni te lo ha buscado"
A: "Porque está busy, con trabajo y la novia"
D: "Es del tipo de persona que promete mucho pero luego na de na. Siempre hay tiempo para las amistades. Olvídate, pasa, c'est fini"
A: "Pero es que está busy, con trabajo y la novia..."
D: "Tengo que recordarte gracias a quién tiene novia ahora? Espera por lo menos una semana, si no se va a dar ni cuenta que no llamaste. No eres nadie ya."
A: "Por cierto, te acuerdas de aquella cena?"
D: "buff no me lo recuerdes... que me entra hambre"
A: "Pues ale, vamos a la nevera a atacar el jamón serrano"
Y se van, y me dejan con la indecisión y al final no hago nada. Mejor así no?
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