Reconquista

Iré al hall, empezaré a hacer mucho ruido, rebuscando entre los abrigos, las bufandas y demás guantes. Soltaré alguna palabrotita en español para hacer notar mi frustración. Después, llamaré a la puerta de #3 y le preguntaré (en un tono lo suficientemente alto como para que #2 me oiga) que si ha visto mis guantes negros, que los dejé en el hall hace un par de semanas y no los he vuelto a ver. Evidentemente, #3 me dirá que no sabe nada, así que seguidamente pasaré a la habitación de #2 y le preguntaré lo mismo. Apartir de aquí, pueden darse dos situaciones:

Situación A
#2: -Ah sí, los cogí porque no tengo guantes y vi esos ahí que nadie los usaba. Toma, te los devuelvo, perdón por no habértelos pedido.
A continuación me los devuelve, los escondo en el fondo de mi armario y vuelvo a ser feliz.

Situación B
#2: -Pues no, que no los he visto. Lo siento.
Ellen comenzaría a ponerse verde, le saldrían músculos por todo el cuerpo, rompiendo toda la ropa, en plan Hulk (o she-hulk, como prefirais). Esta niña tiene mucha imaginación, creyendo que los guantes que lleva son en realidad suyos, y creyendo también que me chupo el dedo. Ellen-Hulk lanzaría un grito haciendo temblar las cortinas náuticas y empezaría a poner la habitación de #2 patas arriba hasta dar con los guantes.

Y es que no se me ocurre otra forma de recuperar mis guantes, los que me ha quitado #2 como quien no quiere la cosa, sin decirme nada y disfrutando de ellos. Quien me conoce sabe que odio estas situaciones en las que tengo que afrontar un conflicto así... soy una cobarde.