Y el avión no se estrelló

Después de 12 horas de viaje (5 de avión, 2 de arrastre-de-maletas-por-helsinki y 5 de tren) llegué a la estación de mi pueblucho. Hora y media después llegué a mi casa.

Por partes...

El viernes fue la despedida familiar, peor de lo que esperaba, mis abuelos creo que ni se enteraron de que al día siguiente no me volverían a ver. Fue muy triste volver a empezar como el otro día, oyendo cosas que no es bueno escuchar, mi madre y yo nos cruzábamos la mirada sin saber qué decir. Es triste. No quiero escribir lo que pienso de esta despedida, lo he pensado mucho pero no quiero volver a pensar que les he dejado ahí. Al volver me despedí de mi sobrino. Nos grabamos unos vídeos muy divertidos (un niño haciendo niñerías y una tía babeando) y al final, cuando le dijimos que me iba al cole en un avión, se puso triste, tardo muchísimo en despedirse. Ains qué cosa más rica!! menos mal que no me gustan los niños jaja. La última la despedida de Nouf en el metro, original donde las haya.

En fin, el viaje bien. Al subir al avión pensé que me había equivocado de vuelo. A ver, el vuelo Madrid-Helsinki siempre está lleno de chinos, pero lo de ayer era una exageración. Es que sólo vi dos finlandeses y tres españoles (2 de ellas erasmus). Esto es, queridos/as pupilos/as, porque Helsinki es la puerta de Europa con China. Al final me cansaba de oir lo que decían las azafatas. Primero, en finlandés. Luego en sueco, inglés, español y chino, japonés y otros idiomas asiáticos. Conté en total 8 lenguajes diferentes. Pero una gozada, sin niños, iba todo el avión en silencio y la gente durmiendo. Así da gusto!

Bueno, pues llego a Helsinki y me voy a la estación de tren. El camino estuvo entretenido, porque había mierda blanca nieve derretida (es decir, resbala que te cagas) y yo tirando de 40 kilos repartidos en mi bolso enorme, mi maleta baúl de 4 ruedas pero roto y demás mochilas. Sí... últimamente lleno tanto las maletas que las rompo. Bueno, el resto del viaje fue tranquilo, un viaje en tren de casi 5 horas (aún no entiendo por qué estos trenes no tienen compartimentos para maletas!!!). Al llegar a mi pueblucho media hora para ir a coger el bus (cuando lo normal es tardar 5mins) y perderlo. Así que ahí me tiré en un banco del centro, fumando a -4º, con un baúl roto, una bolsa reducida al mínimo por los plastificadores de Barajas, una mochila enorme y mi bolso. Cuando recuperé las fuerzas y me hube fumado un par de cigarrillos volví a adentrarme en la gran aventura de arrastrar 40 kilos por las calles llenas de piedras (que echan, queridos/as pupilos/as para no resbalarte con la nieve y/o hielo), no sólo para coger el taxi que estaba en la otra punta de la plaza, si no para sacar dinero, que estaba en la punta opuesta a donde yo tenía que ir. No, hoy no puedo mover los brazos de las agujetas.

Pero ya llegué. Mi casaaaa. Y saqué mi roscón y empecé a comer (nota: no comí en todo el día más que el pollo con arroz de finnair) como una desesperada. Y vaya casa más vacía. Vi a Lalemana enclaustrada en su habitación, y me informó que tenemos una nueva compañera de piso (que aún no he conocido porque es más asocial que yo), adivinad de dónde. Síiii polonia! que mira que no tengo nada en contra de los polacos, de hecho el 99,9% de los del año pasado me caen muy bien, pero este año ya es demasiado, me persiguen. Y ya no es sólo que tenga una compañera de piso polaca. Sino que la semana que viene llega otra polaca a la otra habitación. ¿Quieres caldo? pues toma dos tazas. Miedo me dan. Terror. Pánico. Y si MyDarling hubiese decidido venir a MiPueblucho, serían 3 polacas conviviendo conmigo! Decidido. Tengo que empezar a estudiar Polaco.

PD. Hoy estoy extremadamente habladora, qué me pasa, doctor?